DIOS HA MUERTO
“Dios ha muerto” proclaman los diareros a vivas voces en las esquinas de la ciudad, se declara duelo nacional por tres días, casi tantos como el día en que murió el periodismo (que debe estar revolcándose en la tumba viendo el despilfarro de su herencia).Dios ha muerto y tañen las campanas de todas las iglesias del mundo.Los católicos rezan en los templos mientras los judíos oran por el alma de Dios. Los evangélicos cantan su tragedia y hasta los luteranos han puesto una imagen de el en su recuerdo. El budismo manda meditación profunda hasta que alguien devele el nuevo sentido del existir y los musulmanes peregrinan hacia la meca llorando y jurando venganza. Los ateos celebran (o siguen su vida) mientras los agnósticos buscan de quien afirmarse ahora.Se dice que hay fiesta en el infierno, con entrada liberada (que es así desde hace un par de siglos) y bar abierto; mientras se anuncia una candidatura de Gabriel para el trono celestial (aunque corren los rumores de que no será apoyado por los carreristas).Dios ha muerto y yo camino por las calles, las mismas de ayer y antes que eso. Quienes lo amaron lloran desconsoladamente y quienes lo odiaron celebran mientras evitan pensar en el vacío de su existencia sin quien atacar, ya encontraran a quien.Dios ha muerto y es el hombre quien queda. Magnánimo creador de todo lo comprable, OH hombre se postran a tus pies.Pero si ha muerto donde esta el cadáver. Los servicios de inteligencia de todo el mundo lo buscan para adjudicarse el trofeo antes de que se descomponga el cuerpo.El hombre afirma que Dios ha muerto pero es él quien muere. Se ve a si mismo como Dios, y en una alucinación de grandeza dice verlo morir siendo que es espectador de su propia muerte.Donde esta el Dios muerto si el único que huele a podrido es el hombre, carcomido por sus propios gusanos. No lo vemos por que la rigidez post mortem ya afecto nuestro músculo de la inteligencia.
“El hombre ha muerto” deberían decir los diarios y es Dios quien llora por la perdida.El asesino tomo el puñal y mientras se abalanzaba amenazante gritó– “Cogito”Luego de limpiar el puñal en la humanidad, el hombre agonizante alcanzo a escuchar– “ Ergo sum”Así fue como murió, pero una especie nueva lo reemplazo, una nueva forma de intelecto, un ser maravillosamente racional, la razón encarnada en cuerpo. Y este ser tomo como herencia la obra del antiguo hombre y en aras de la modernidad busco la perfección de sus obras. Las midió y las peso, cortando apéndices de amor y extirpando el cáncer del sentimiento (la cirugía de este nuevo hombre es maravillosa ya que tiene casi erradicados estos males).Ahora yo, cadáver mutilado, despojo de lo que fue un día el hombre, camino por las calles, las mismas de ayer y antes que eso; observando sin comprender, producto de mi limitada racionalidad, los caminos de esta nueva especie.Dios ha muerto proclaman los que se llaman hombres; pero el y yo sabemos que no es así.
“El hombre ha muerto” deberían decir los diarios y es Dios quien llora por la perdida.El asesino tomo el puñal y mientras se abalanzaba amenazante gritó– “Cogito”Luego de limpiar el puñal en la humanidad, el hombre agonizante alcanzo a escuchar– “ Ergo sum”Así fue como murió, pero una especie nueva lo reemplazo, una nueva forma de intelecto, un ser maravillosamente racional, la razón encarnada en cuerpo. Y este ser tomo como herencia la obra del antiguo hombre y en aras de la modernidad busco la perfección de sus obras. Las midió y las peso, cortando apéndices de amor y extirpando el cáncer del sentimiento (la cirugía de este nuevo hombre es maravillosa ya que tiene casi erradicados estos males).Ahora yo, cadáver mutilado, despojo de lo que fue un día el hombre, camino por las calles, las mismas de ayer y antes que eso; observando sin comprender, producto de mi limitada racionalidad, los caminos de esta nueva especie.Dios ha muerto proclaman los que se llaman hombres; pero el y yo sabemos que no es así.